Después de las palabras, un ramo es el objeto ideal para transmitir un mensaje. Las flores, con su variedad de colores, texturas, formas y perfumes, representan un sinfín de acontecimientos: matrimonios, bautizos, enfermedades, peligros, amores, secretos, compromisos, etc.
No en vano, en la época victoriana, las flores significaban mucho más que en la actualidad. Por aquel entonces, existía un sofisticado código conocido como floriografía, mediante el cual un adorno vegetal podía entrañar un largo y preciso mensaje.
Las flores son un regalo colmado de emociones que pueden hacer referencia al deseo, la pasión, los celos, la tristeza, la admiración, el apoyo, la gratitud o las condolencias. Asimismo desprenden un intenso romanticismo, por lo que son uno de los presentes más explotados por los amantes. De ahí que un ramo de flores sea un regalo idóneo para la expresión sentimental y la exaltación de las emociones.
Las flores están vivas y, para mantenerlas, tanto el emisor como el receptor del regalo deben involucrarse en su cuidado. De esta forma, se estrecha la relación entre ambos y se afianza el recuerdo de la ofrenda floral. Es muy difícil hallar en el mercado un regalo tan vívido como un ramo de azucenas, geranios, caléndulas o tulipanes.
Está científicamente comprobado que las flores mejoran los estados anímicos de las personas, gracias a que las sustancias que desprenden actúan como estimulantes del organismo humano.
Por ello, son un obsequio que llega al alma, imbuye de energías renovadas y alegra el día, independientemente de la especie seleccionada como dádiva.
Pese a que las personas se han agasajado con flores desde tiempos remotos, siguen estando en la vanguardia de los regalos. Nunca pasan de moda: floristerías y mercados de cultivo siempre están a rebosar de pedidos y clientes. A la cabeza de los deseos de la gente.
En definitiva, por muchas décadas que puedan pasar, las flores siempre serán una tradición, con opciones tan clásicas como un ramo de rosas o tan innovadoras como un bouquet de exóticos pétalos traídos de la otra punta del mundo.
Sea quien sea el destinatario del regalo, un ramo de flores nunca falla. Gustan tanto a hombres como a mujeres, tanto a niños como a ancianos y, también, apropiados para cualquier momento y cualquier edad.
Tanto en los nacimientos y cumpleaños como en las enfermedades y entierros, las flores están más que presentes. Un regalo infalible y un acierto seguro.
Un ramo de flores es un presente que no despierta ni la envidia ni la codicia. No se trata de un objeto práctico como un smartphone o un ordenador, que año tras año se queda obsoleto por la rápida evolución de las tecnologías. Las flores van mucho más allá del materialismo y la globalización y, año tras año, mantienen el mismo encanto.
Los arreglos vegetales pueden combinarse con otros obsequios, como cajitas de bombones, peluches, botellas de vino o cava, anillos de compromiso, joyas, piezas de cerámica o dedicatorias. Al complementarlos, el obsequio adquiere una mayor carga emotiva que no pasará desapercibida.
A diferencia de otros muchos presentes, las flores parten de la naturaleza y la respetan como ningún otro obsequio. Son, por tanto, un regalo ecológico que no produce contaminación directa. Asimismo, ayudan a preservar la atmósfera del hogar y a perfumar el ambiente sin necesidad de utilizar productos de laboratorio.
Los géneros de plantas y flores se cuentan por miles. Las variedades de cada especie son también incontables. Entre tanta heterogeneidad, una persona puede regalar todos los años un ramo de flores a su pareja sin caer en la reiteración. Por eso, el ramo de flores ofrece más posibilidades que muchos otros regalos.
Independientemente de comprar el ramo de flores en un establecimiento físico o en una floristería online como la nuestra, el vendedor ofrecerá la oportunidad de enviar el regalo directamente al domicilio del beneficiario. Es uno de los servicios intrínsecos a los obsequios florales, y que facilitan la entrega puntual y en buen estado del presente. Gracias a ello el comprador puede desprenderse de preocupaciones.
Que decir tiene que agasajar a nuestros seres queridos con flores no nos supondrá un ojo de la cara. De hecho, son un artículo especialmente económico. Se puede adquirir una rosa por apenas unos euros o disfrutar de un primoroso ramo por varias decenas más. Pero, en cualquier caso, nunca supondrán un gran desembolso de dinero. Te invitamos a repasar nuestro catálogo de flores para cerciorarte de estos precios tan competitivos.